viernes, 25 de octubre de 2013

Tu Exilio


Grano a grano, desnudo la brisa de fibra roja,
una pregunta rueda por los suelos áridos.
Me encuentro, perdida estos,
es la sombra del aire golpeando un frasco seco y silencioso.
Lágrimas frías caen por mi espalda, 
la ropa se tiñe color gris, el cigarro se deshace entre mis dedos.
Tu boca recorre kilómetros vírgenes, manoseados.

Te pierdo, te tienes por completo,
me arrojaste piedras en los senos después de acurrucarte en ellos.
Para cuando vuelvas, vacío de mi fibra roja, 
perdido, casi muerto, sin color en las mejillas,
no habrá calor en mis muslos,
ni descanso en mi pecho para tu cuerpo moribundo,
que vivo arrancó las caricias de mi boca en tu piel.

Para cuando vuelvas,

solo tendrás la tierra marchita que dejaste luego de beber aquel licor,
tibio por el sol,
por  el último rayo del sol de nuestro verano.





lunes, 21 de octubre de 2013

Gris

Quiero escribir
porque se que cargo
un par de piedras,
esas que tu dejaste clavadas
en mi pecho de mujer
sobre la niña silenciada.

Quiero escribir,
pero duele recordar,
leer las letras grises
que forman tu nombre
que construyen tu rostro.

No quiero escribir,
pero escribo,
es que...
quizás si quiero escribir,
pero no te quiero traer en recuerdo,
te quiero en carne.

No te quiero recordar,
aún así te pienso,
y veo tu mirada
y siento ese calor entre ojos
y siento ese sabor de tu cuello.

viernes, 11 de octubre de 2013

2:13

Yo no se del color
se de las damas oscuras
que rondan frente a mí
que acercan sus cuerpos a mis manos
que en las sábanas se impregnan
que en el fuego desaparecen sin morir.

Yo no creo en el tiempo
creo en las damas oscuras
que mienten a su amo
que antes lloraban sonriendo
que tiñen las baldosas con descaro.

Tu eres ciego
no hueles siquiera la lluvia en tus propias mejillas.

Tu eres sordo
no observas el calor del carbón arden en tus propias manos.

2:06

Mi nombre
ha de escribirse solo
sin ayuda alguna
sin color
sin un soplido.

Mi nombre
en mis párpados agoniza
cae desde mi frente
al techo de tu cuerpo
mis ojos son
tu hogar
tu abrigo
tu adentro,
yo siempre afuera,
ajena a tanto,
incluso a tu aroma.

martes, 1 de octubre de 2013

Entre Alejandra y tu

Hay algo
en los ojos de la mujer 
bajo ese abrigo con aroma a tabaco, 
esos ojos
que se apagaron hace ya tanto tiempo, 
esos ojos
ya secos e invisibles,
que desmesuradamente
me recuerdan los tuyos.