miércoles, 27 de noviembre de 2013

Eres

Yo no se del paso del tiempo,
ni de los amores amados,
ni de la vida vivida,
ni del saber.

Ignoro todo,
ignoro tanto,
que creo no ser en mi propia historia,
porque tu eres tanto aquí,
en este rinconcito,
y te señalo mi pecho,
eres tanto aquí,
que la gente pasa y tu me robas el aire.

1:52

Los ojitos de la niña dan vueltas,
el cuarto da vueltas,
el cielo da vueltas,
el mundo está tan quietecito,
tan en silencio,
que el zumbido de tu respiración
es la melodía propia
del desenlace.



lunes, 18 de noviembre de 2013

1:16

El amor se ahoga en el dolor
como en un vaso de alcohol mi angustia.

Dice que estará siempre
¿puedo creerle?
¿puedo amar por siempre?
¿puedo estar por siempre?

Siempre es demasiado,
aunque también puede ser poco,
quizás dice eso
con sus ojos enormes y profundos
con su belleza única
con su sonrisa inquieta
porque sabe que mi siempre
está por acabar.

16:11

Tengo que pegar el pecho a la tierra,
acercarme a lo posible,
mis brazos se acortan
y no logro trenzarlos a tu cuello.

Mi yo rebelde ama lo imposible
mis ojos miran al cielo
 y es lo que quieren,
tocar tu boca,
allá arriba, entre las nubes.

Quizás seca,
quizás blanca,
quizás fría,
logre amar lo terrenal,
amor divino, 
divino tu...
si te acercaras a mis hombros,
a mi cuello tibio,
la respuesta no sería el final
y tu nombre sería un todo, no un simple inicio.

viernes, 15 de noviembre de 2013

23:41

Rosa,
visita mis mejillas algún día,
visita mis labios,
secos e incoloros,
rasgados por la ausencia de él.

Las manos inquietas...
los ojos perdidos,
un grito se encierra entre mis costillas,
una pluma cae,
la piel se desvanece
y
como telas envejecidas
caen al suelo.

Un grito se muere,
adentro
sin conocer su voz,
entiendo el sufrimiento de una madre
que pierde al hijo querido,
al hijo predilecto,
pero aquí no hay consuelo.

No hay caricias en el hombro de la madre que llora.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Constante

Desde un comienzo
pensaba yo,
tan constantemente
en no haber nacido,
pero ya estaba este cuerpo aquí.

Luego pensé en morir,
irremediablemente me amarré a esa idea,
presente cada día,
en cada pestañeo,
en cada señal de vida.

Anhelaba yo,
anhelo yo,
anhelaré yo,
la muerte entonces,
más que cualquier otra cosa,
más que tu cariño.