martes, 1 de noviembre de 2016

No.


Y aunque me quiten la vida,
y aunque me acusen de loca,
y aunque mis hijos no vivan.

Niego no haber amado..
Niego el frío de la carne.
Niego no querer morir de amor.

Niego no haber deseado ocultar lo vivido.
Niego no haber deseado ocultar lo sufrido.

Pero negar el dolor sería negarme,
y aún está tan vivo,
y aún estoy 
tan viva.

Donde las manos no sienten

Y con los ojos
así
pegados,
aún así,
logré ver.

Dormir desnudo
con el alma fría.

Donde
las manos
no
sienten.

Sonó la puerta de entrada,
tocó los bordes de la ventana
y guardó
silencio.

Gritó el susurro dormido
me levantó el alma fría
desnuda,
abandonada.

sin nombre

¿Dónde se quedaban tus ojos?
¿dónde se habrán quedado los mios?
y las palabras que sobran
que caen y crujen.
se agrietan.

Al tomar la piedra rota se rasga la mano.
Al agrietarse la mano se sangra el alma.
¿y qué es el alma?
¿qué tanto se puede perder en el correr de la sangre?

No.


Y aunque me quiten la vida,
y aunque me acusen de loca,
y aunque mis hijos no vivan.

Niego no haber amado..
Niego el frío de la carne.
Niego no querer morir de amor.

Niego no haber deseado ocultar lo vivido.
Niego no haber deseado ocultar lo sufrido.

Pero negar el dolor sería negarme,
y aún está tan vivo,
y aún estoy 
tan viva.

Desolvidarse

El pecho
que se agita,
que se rompe.

En los ojos pasaron años.
Un paso hacia adelante.
Un paso hacia atrás.

Esconden las palabras el pigmento.
¿Qué calor se esconde en cada coma?

¿Desearán tus pestañas besar las lineas de una mano ajena?
¿Volverán mañana las dudas de ayer?

Que las hojas secas vuelvan a caer.
Que agote el viento mi herida.
Que te arrastre 
el viento
 la vida.