viernes, 11 de octubre de 2013

2:13

Yo no se del color
se de las damas oscuras
que rondan frente a mí
que acercan sus cuerpos a mis manos
que en las sábanas se impregnan
que en el fuego desaparecen sin morir.

Yo no creo en el tiempo
creo en las damas oscuras
que mienten a su amo
que antes lloraban sonriendo
que tiñen las baldosas con descaro.

Tu eres ciego
no hueles siquiera la lluvia en tus propias mejillas.

Tu eres sordo
no observas el calor del carbón arden en tus propias manos.

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