lunes, 8 de diciembre de 2014

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Quisiera llamarte con la idea plena y cierta de que atenderás a mi grito. ¿Dónde está la palabra si no es en tus ojos, tus manos o tu boca?  La unión de letras es ahora un recuerdo, no hay marca en el mundo ni en mi figura de que tu lengua dijo lo que tu cuerpo no plasmó en el mío. No estoy ciega pero quisiera ser medio sorda para escuchar la mitad de lo que me dicen y tener que evaluar menos comentarios para saber si es algo cierto o una pobre ficción.
No declaro ni asumo nada, solo describo el camino de una idea.

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