martes, 1 de noviembre de 2016

sin nombre

¿Dónde se quedaban tus ojos?
¿dónde se habrán quedado los mios?
y las palabras que sobran
que caen y crujen.
se agrietan.

Al tomar la piedra rota se rasga la mano.
Al agrietarse la mano se sangra el alma.
¿y qué es el alma?
¿qué tanto se puede perder en el correr de la sangre?

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